
Su
labor es fundamental, y no es razonable actuar indiscriminadamente contra ellos.
TRES RAZONES
1.--Son
un elemento fundamental para que la
fertilidad funcione, al ser los principales responsables la degradación
de la materia orgánica muerta. Gracias a ellos, los nutrientes
aprisionados en las estructuras vegetales pueden ser devueltos al ciclo de la
vida y reutilizados a través de la fotosíntesis.
2.—Ciertos
tipos de hongos llamados micorrizas, asociados simbióticamente con las raíces
de las plantas les permiten explorar más volumen de suelo y absorber mayor
cantidad de nutrientes y agua. Se estima que entre el 90 y el 95% de las
plantas superiores presentan micorrizas de forma habitual. Hay plantas que no
pueden sobrevivir sin esta simbiosis, y es resto ven reducidas sus
posibilidades de prosperar.
3.—
Aunque hay hongos parásitos, también hay
hongos antagonistas que impiden su desarrollo.
En un suelo equilibrado con la suficiente biodiversidad edafica las
diferentes clases de hongos, interactúan y llegan a un equilibrio de sus
poblaciones.
CLAVES PARA ENTENDER LOS PROBLEMAS FUNGICOS
Los
problemas fúngicos están relacionados básicamente con tres elementos: El
equilibrio nutricional de la planta, el calor y la humedad.
Que
una planta sea atacada o no dependerá de:
SISTEMA DEFENSIVO DE LA PLANTA (Fortaleza y equilibrio)
Esta
resistencia depende de que la planta haya podido construir satisfactoriamente
sus estructuras o defensas pasivas. Proteccion de su capa externa con cutina,
suberina, cera, lignina y formación de
tejidos suberizados.
También
es necesario que tenga recursos para organizar una defensa química, produciendo
proteinas antifungicas locales o sistémicas. Todo esto depende de una nutrición
equilibrada.
EXCESO DE AGUA EN LOS TEJIDOS
Si
por desequilibrio en los nutrientes que absorbe (sobre todo excesos de N), la
planta se ve forzada a absorber mucha agua. Sus saturados tejidos son más
proclives al ataque de hongos, y sus frutos se conservaran difícilmente. También
puede suceder que un ambiente anormalmente
húmedo puede superar la capacidad de adaptación de la planta y favorecer
el ataque fungico, sobre todo en especies poco adaptadas.
HELADAS, VIENTO Y RIEGO MAL GESTIONADO (endurecimiento grietas, estrés hídrico,
heridas)
Por situaciones extremas de sequia, humedad, frio o
viento, y por el “ estrés hídrico “
debido a un riego mal gestionado se producen heridas
en donde se acumulan pequeñas cantidades de tejido
muerto. Ciertos hongos mitad
saprofitos y mitad parásitos, encuentran
allí alimento comportándose como saprofitos en esa primera fase. Inmediatamente se introducen en la estructura de la planta a través de los
tejidos dañados. A partir de ahí empiezan a obtener nutrientes directamente de
los tejidos vivos, volviéndose
parásitos.
Jesus Arnau
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