Enarbolando
la bandera incuestionable del pragmatismo separamos ornamentales de hortícolas,
la belleza de lo practico, los cultivos de sus ecosistemas……….
Nosotros
mismos nos separamos de la vida de la que formamos parte, y vivimos exiliados
en mundos inertes sin tener al alcance de los sentidos los simbolos ancestrales
de la supervivencia. (plantas y animales).
Pero
la vida no es un conjunto de partes inconexas sino más bien un inmenso
organismo absolutamente conectado cuyos elementos (nosotros somos uno de ellos)
son interdependientes y estan ligados por un equilibrio común.
Esta interdependencia implica una especie de dialogo con un intercambio constante de moléculas químicas, y estímulos sensoriales, relevantes para la supervivencia.
Esta interdependencia implica una especie de dialogo con un intercambio constante de moléculas químicas, y estímulos sensoriales, relevantes para la supervivencia.
Lógicamente,
a través de los milenios, hemos sido modelados por ese dialogo y en él están
las claves de nuestro funcionamiento ideal, tanto física como sicológicamente
Nosotros
separamos interrumpiendo o distorsionando el dialogo. Por el contrario la
naturaleza integra, propiciando el equilibrio en el que todos
prosperan.
Cuando
nos convenzamos de esta correlacion, empezaremos a integrar la naturaleza
en nuestra vida cotidiana, en nuestras ciudades, en nuestros cultivos. Y
puestos a integrar, integraremos lo intelectual y las emociones.
Conseguiremos que lo bello sea practico y lo practico bello.
Integraremos economia
y ecologia con todas las partes desgajadas de la vida, para que sea posible
recuperar el equilibrio necesario para sobrevivir en este planeta.
Jesus Arnau
1 comentario:
Parece que falta mucho para que llegue ese dia
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